El primer prototipo de moto voladora del futuro ya vuela a 200 km/h
Material
Imagina deslizarte por el aire con la misma libertad que un pájaro, sin carreteras ni atascos que te detengan.
Eso es exactamente lo que propone el Volonaut Airbike: una moto voladora que parece salida de una película de ciencia ficción, pero que ya se está materializando en forma de prototipo real.
Aunque el término hoverbike pueda sonar desconocido para muchos, basta verlo en acción para entender cómo la tecnología de propulsión a chorro y los sistemas de estabilidad computarizados están reinventando el concepto de transporte personal.
El Volonaut Airbike es un hoverbike individual desarrollado por la start-up polaca Volonaut, que promete llevar la movilidad personal a otro nivel.
Diseñado para un solo ocupante, este “superbike del cielo” combina propulsión a chorro, materiales ultraligeros y un sistema de estabilización asistido por ordenador. Puede alcanzar hasta 200 km/h y mantenerse en vuelo estacionario con sorprendente facilidad.
El proyecto, ideado por el ingeniero y emprendedor Tomasz Patan, salió del modo stealth (secreto) a comienzos de mayo de 2025 con un vídeo viral que muestra maniobras en entornos reales y sin efectos especiales.
Aunque aún no cuenta con certificación comercial, las primeras pruebas en desiertos y bosques apuntan a un futuro muy prometedor. Además, abren el debate sobre regulación, seguridad y sus posibles usos deportivos o recreativos.
Características técnicas
Propulsión y velocidad
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Propulsión a chorro: El Airbike utiliza varios motores a reacción compactos capaces de elevar un pasajero y mantener velocidades de hasta 200 km/h (124 mph).
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Aceleración y maniobrabilidad: Gracias a su sistema de estabilización patentado y un ordenador de vuelo, el dispositivo puede “flotar” en el aire de forma estacionaria y realizar cambios de dirección rápidos sin intervención manual compleja.
Materiales y diseño
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Estructura ultraligera: Construido con fibra de carbono avanzada y piezas impresas en 3D, el Airbike pesa hasta siete veces menos que una motocicleta convencional.
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Visibilidad y posición de pilotaje: La postura del piloto y la carencia de hélices expuestas ofrecen un campo de visión de 360°, crucial para orientación y disfrute de la experiencia.
Lanzamiento viral
El primer vídeo oficial, publicado a principios de este mes de mayo, superó las expectativas de la compañía al viralizarse en redes como YouTube, donde se subió una grabación que ya acumula cientos de miles de visualizaciones mostrando el Airbike surcando bosques y cañones sin efectos CGI (imágenes o animaciones generadas por ordenador).
Las pruebas iniciales han tenido lugar en entornos controlados, incluyendo desiertos y zonas boscosas, donde el Airbike demostró maniobras estables y una autonomía de vuelo aproximada de 20 minutos según testigos de campo.
Estas demostraciones buscan validar tanto la fiabilidad de los motores a reacción como la eficacia del software de control.
Desafíos y regulación
Seguridad y formación
Una de las principales preocupaciones es la seguridad del piloto ante posibles fallos de motor a gran altura o velocidad.
Expertos comparan el riesgo con el de motocicletas a altas velocidades, subrayando la necesidad de formación especializada y licencias equiparables a la de piloto privado.
Marco legal
Aunque en EE. UU. y Europa existen normativas para aeronaves ultraligeras, el Airbike se sitúa en una categoría legal intermedia que aún no está perfectamente definida.
La compañía Robb Report señala que “podría ser el primer hoverbike en llegar al mercado”, pero advierte que aún faltan certificaciones de aeronavegabilidad y registro aeronáutico.
Perspectivas de futuro
El Volonaut Airbike abre expectativas más allá del simple ocio extremo. Posibles aplicaciones incluyen patrullas de rescate en áreas inaccesibles, filmaciones aéreas en entornos naturales y nuevas modalidades de deporte extremo en el aire.
Para que ocupe un espacio real en la oferta comercial, Volonaut deberá superar retos técnicos (autonomía, refrigeración de motores, redundancia de sistemas) y regulatorios (homologación, seguros o formación de pilotos).