Kilian jornet se acerca al récord de su amigo Ueli Steck y suma 59 cuatromiles en dos semanas
Kilian Jornet, que el 27 de octubre cumplirá 37 años, no ha concretado si pretende culminar todos los cuatromiles de los Alpes, un total de 82, aunque todo hace suponer que este es su objetivo.
Antes de empezar el proyecto Alpine Connections, anunció que quería ascender el mayor número y ya alcanzado 59 cimas de más de 4.000 metros, en dos semanas.
El récord de velocidad lo tiene su desaparecido amigo Ueli Steck desde 2015. El desafío del escalador suizo, apodado "La Máquina Suiza", consistía en ascender los 82 cuatromiles de los Alpes en 80 días, sin utilizar ningún medio motorizado ni tan siquiera para recorrer los trayectos entre uno y otro macizo.
Lo consiguió, pero no en 80 días sino en 62. Dos meses y un día para subir a todas las montañas de más de 4.000 metros de la cordillera alpina, desde el Piz Bernina en Suiza hasta la Barre des Écrins en Francia pasando también por las cumbres italianas.
Aunque Kilian no ha declarado que su proyecto sea un homenaje a Steck, la comparación es inevitable, sobre todo dado el vínculo cercano que compartieron hasta la trágica muerte de Ueli en 2017 en la montaña Nuptse, cerca del Everest.
Tras un día de descanso obligado por el mal tiempo en Suiza, Kilian aprovechó la jornada para recargar energías y enfrentarse a uno de los terrenos más técnicos de su aventura: la icónica ruta de las Grandes Jorasses.
La etapa comenzó de manera inusual, con la compañía de un grupo de amigos alpinistas que se unieron a él en Courmayeur para celebrar un día festivo en la región.
Sin embargo, el ritmo infernal de Kilian pronto dejó atrás a sus compañeros, quienes no pudieron seguir su paso y se vieron obligados a abandonar la expedición antes de lo previsto.
En un despliegue de fuerza y resistencia que desafía la lógica, Jornet completó la etapa en 18 horas, recorriendo 28,29 kilómetros y sumando ocho nuevas cumbres a su lista, entre ellas el Pointe Walker (4.208 m) y el Pointe Croz (4.110 m).
Alpine Connections: más que un récord, una conexión
Alpine Connections no es solo un reto deportivo; es una búsqueda personal de Kilian Jornet para reconectarse con la naturaleza y las montañas que han definido su vida.
Jornet, que ha dedicado su carrera a explorar los límites del cuerpo humano, se enfrenta en cada etapa a un nuevo desafío técnico y emocional.
Su capacidad para superar condiciones extremas, como la dureza rocosa y las peligrosas crestas de las Grandes Jorasses, es testimonio de su habilidad excepcional y de su profundo amor por las montañas.
Aunque el objetivo final de Alpine Connections sigue sin ser revelado, es evidente que Jornet no se conforma con imitar a su amigo Ueli Steck.
En lugar de simplemente replicar el récord de Steck, Kilian parece estar en una búsqueda más personal y significativa, una que combina el respeto por la historia del alpinismo con su insaciable deseo de explorar lo inexplorado.
Dos caminos que se cruzan en las alturas
El vínculo entre Kilian Jornet y Ueli Steck va más allá de una simple comparación de logros. Ambos compartieron una pasión por la montaña y un enfoque similar hacia el alpinismo: velocidad, minimalismo y un respeto profundo por el entorno.
La desaparición de Steck dejó un vacío en el mundo del alpinismo, pero también sembró la semilla para que otros, como Jornet, continúen empujando los límites.
Mientras Kilian sigue avanzando en su proyecto Alpine Connections, el eco del récord de Steck resuena en cada cima conquistada.
No se trata solo de superar una marca, sino de honrar una filosofía de vida que ve en la montaña algo más que un desafío físico: una conexión con lo más profundo de la naturaleza y, en última instancia, con uno mismo.