Un esquiador se cuela en el podio del Tour de Francia
El deporte está lleno de casos de atletas que eran promesas de una disciplina y se han pasado a otra y han triunfado. El último caso se está viviendo en el Tour de Francia: En su primera participación en la ronda gala, Florian Lipowitz, una ex promesa del biatlón alemán, se ha colado sorprendentemente en el podio de la clasificación general.
A sus 24 años, Lipowitz ocupa la tercera plaza a falta de seis etapas para el final, además de vestir el maillot blanco que distingue al mejor joven de la carrera.
Journée de repos pour les coureurs de @LeTour mais pas pour toi qui veux tenter de gagner le #MaillotBlancKrys Classic dédicacé.
— Opticien_Krys (@opticiens_krys) July 21, 2025
Réponds à cette question : avec #FlorianLipowitz actuel meilleur jeune, combien d’Allemands ont porté la tunique en course depuis 1975 ? pic.twitter.com/qgF4hgHRuH
De biatlón a la carretera
Formado en biatlón —la disciplina que mezcla esquí de fondo y tiro con rifle—, Lipowitz destacó en categorías júnior hasta 2018 antes de volcarse al ciclismo de montaña por ocio.
Sus victorias en pruebas de gran fondo atrajeron la atención del equipo sub 23 Tirol‑KTM en 2020, donde comenzó su andadura en ruta, hasta incorporarse en 2025 al primer equipo del Red Bull‑BORA‑hansgrohe.
Primeros resultados y salto de calidad
Antes de este Tour, Lipowitz contaba con tres triunfos como profesional: una etapa y la general del Tour de la República Checa 2023, y la general del Sibiu Cycling Tour en 2024.
Sin embargo, ha dado el salto definitivo gracias a un segundo puesto en la general de París‑Niza y un podio en el Critérium du Dauphiné, donde se quedó tras Tadej Pogačar y Jonas Vingegaard.
El respaldo de Primož Roglič
Primož Roglič, su compañero y ya veterano del equipo, ha elogiado públicamente al joven alemán, prometiendo apoyarle en la fase decisiva del Tour pese a luchar él también por la general.
“No dudaremos en ayudarnos mutuamente para lograr nuestros objetivos”, declaró el esloveno, ex saltador de esquí convertido en triple ganador de Grand Tours.
Transiciones históricas
Este fenómeno no es aislado. Uno de los precedentes más destacados es Primož Roglič, quien tras retirarse del salto de esquí en 2012 emprendió a los 23 años una carrera ciclista que le granjeó victorias en Giro d’Italia y etapas en el Tour de Francia, gracias a un impresionante VO₂ máx que rondaba 80.2 ml/kg/min.
En otro ámbito, el tenis vive la historia de Jannik Sinner, el número uno del mundo, que abandonó el esquí tras proclamarse campeón nacional de Italia de slalom gigante a los ocho años para dedicarse al tenis desde los 13.
Otros ejemplos, aunque menos mediáticos, son el de Georgia Simmerling (Canadá), que tras una lesión en ski cross, se pasó al ciclismo de pista, logrando medalla de bronce en persecución por equipos en Río 2016 y compitiendo también en ciclismo en Tokio 2020; o el de Anton “Toni” Palzer (Alemania), ex esquiador de montaña y medallista mundial, que debutó en 2021 con Bora‑Hansgrohe en el Tour of the Alps, mostrando gran potencial como escalador.
La capacidad de adaptación de estos deportistas pone de manifiesto que la base de fuerza, resistencia y control técnico aprendida en la montaña puede catapultar carreras en disciplinas de asfalto o pista.
Florian Lipowitz es el último ejemplo de una tendencia al alza: del esquí a la élite de otros deportes con el mismo espíritu competitivo.