Pon una pista de esquí hinchable en tu casa
Quien más quien menos ha bajado de pequeño por un castillo hinchable. Ya sea en una fiesta de cumpleaños, en una chiquipark o en el patio o jardín de una casa particular, los castillos son una de las atracciones más aplaudidas para los niños y los no tan pequeños.
Pero si eres aficionado a los deportes de nieve o a la bicicleta, quizás ha llegado el momento de cambiar el castillo por una pista de esquí.
El PearlJump de la compañía belga PearlSnow viene completo con un kicker y una zona de aterrizaje con airbag.
El cliente puede elegir entre una de las capas superiores que están disponibles: Pearlslide para snowboard y esquí; suelo de vinilo para bicicleta de montaña o lámina de plástico BMX para el deslizamiento como en cualquier tobogán tradicional.
El Pearljump necesita una superficie plana horizontal de 30 m x 9 m (10 m de altura) y está prohibido a menores de 12 años.
Configurar el Pearljump toma 3 horas y se necesitan 3 personas, lo mismo que para desmontarlo.
Para hincharlo, la pista viene con su compresor y lo único que hay que tener es derivación de electricidad (230 voltios 16A).
Y llegamos al precio, porque es caro. Cuesta 27.800 euros, mucho más que un castillo hinchable, aunque todo depende de las medidas, pero lo mismo que una piscina y brinda un sinfín de oportunidades de diversión y entrenamiento de nuevas maniobras que luego puedes trasladar al snowpark o al bikepark.