Hallados en la Antártida, los restos de uno de los naufragios más épicos de la historia naval
Un equipo de arqueólogos marinos ha localizado los restos del Endurance, el barco con el que el explorador inglés Ernest Shackleton —en su intento por llegar al Polo Sur— quedó atrapado en el hielo del mar de Weddell, una región especialmente hostil de la Antártida en 1915.
El buque de la Expedición Imperial Transatlántica, antes de hundirse, permaneció bloqueado diez meses, durante los cuales el hielo se tragó poco a poco el barco de tres mástiles y 44 metros de largo y la misión se convirtió rápidamente en una operación a vida o muerte.

Tras el naufragio del Endurance, que se había quedado atrapado y dañado por el hielo con sus 28 tripulantes a solo 160 kilómetros de la Antártida, Shackleton dirigió a sus hombres por el hielo en botes salvavidas hasta la Isla Elefante, donde la gran mayoría sobrevivió meses alimentándose de focas y pingüinos.
Sabiendo que nadie iría a buscarlos, el legendario explorador polar angloirlandés decidió dejar a 22 de sus hombres esperando en la Isla Elefante y partir con el resto de sus marineros en un bote salvavidas atravesando las más de 800 millas de aguas heladas, temperaturas bajo cero y vientos huracanados que los separaban de la Isla de Georgia del Sur en una épica gesta en busca de ayuda.
Diecisiete días y 1.300 kilómetros después, llegaron a un centro ballenero y, cuatro meses más tarde, regresaron a la isla para rescatar con vida a los 22 compañeros que se habían quedado atrás.
El Endurance se hundió en las entrañas del océano como un símbolo del fin de la "época heroica" de la exploración antártica.
106 años después, ha sido hallado. A pesar de que ha estado hundido a más de 3.008 metros de profundidad durante más de un siglo, se ve prácticamente igual que el día en que se hundió en noviembre de 1915.
Sus maderas, aunque quebradas, todavía están muy unidas, y el nombre, Endurance, es claramente visible en la popa.
La expedición de búsqueda partió el 5 de febrero de Ciudad de El Cabo y fue anunciada a los medios de este modo: "El Falklands Maritime Heritage Trust tiene el honor de confirmar que la expedición Endurance22, cuya misión es localizar, vigilar y filmar los restos del Endurance, ha zarpado de Ciudad del Cabo con destino al mar de Weddel, en la Antártida".
Tras varias semanas a bordo del SA Agulhas II, los investigadores han logrado localizar los restos del navío en el fondo del mar de Weddell, en la Antártida, donde todas las fuentes indicaban que se había hundido.

La misión Endurance22 ha costado 10 millones de dólares y ha requerido peinar una extensión de más de 200 kilómetros cuadrados al este de la península antártica.
"Sin exagerar, este es el mejor naufragio de madera que he visto en mi vida, con diferencia. Está erguido, orgulloso del fondo marino, intacto y en un brillante estado de conservación. Es un hito en la historia polar", dice en un comunicado Mensun Bound, director de la expedición.
Razón no le falta. No solo por lo simbólico del descubrimiento, sino por la proeza técnica de encontrar un objeto a esa profundidad en un lugar tan inhóspito con vientos huracanados y temperaturas por debajo de los -18 grados.