Guanajuato: El encanto del mezcal y el tequila
Guanajuato, situado en el centro de México, cuenta con la Denominación de Origen para producir algunas de las mejores botellas de tequila y mezcal de la región, reflejando los sabores de una tierra donde los paisajes parecen cuadros costumbristas y donde los agaves aguardan para ofrecer su peculiar elixir.
La ruta comienza en la Destiladora Tres Joyas en Magallanes, comunidad en Pénjamo, donde se produce un tequila artesanal joven mediante un proceso de cocción de las piñas de agave en un horno de leña y piedra volcánica. Luego de probar sus distintas ediciones, se puede visitar la iglesia del siglo XVIII en Pénjamo y disfrutar del paisaje de la sierra salpicado de agaves azules.
Vastos paisajes de sierra color terracota, la ruta turística del tequila y el mezcal en Guanajuato sorprende con destilerías ubicadas en haciendas históricas y bodegones artesanales donde se aprende el proceso de fabricación de estas bebidas.
La segunda parada es la Hacienda Corralejo, una de las casas tequileras más tradicionales, que ofrece recorridos guiados para entender el proceso de fabricación del tequila. La visita culmina en un pequeño museo con casi 3 mil botellas históricas. La siguiente parada es la tequilera Real de Pénjamo, donde se destaca tanto la calidad como la presentación del tequila.
En cuanto al mezcal, la ruta incluye las comunidades de San Felipe y San Luis de la Paz, donde se encuentran la mayoría de los productores, algunos con más de dos siglos de tradición mezcalera. Especialmente recomendado es probar la variedad de mezcal de agave Salmiana, conocido por su sabor dulce y cultivado con muy poca agua de lluvia al año.
En municipios como Pénjamo, San Felipe y San Luis de la Paz se fabrica un mezcal tradicional con la variedad de agave Salmiana o de montaña, que también se usa en la producción del pulque y que, con muy poca agua al año, es capaz de ofrecer su elixir a los visitantes.
Algunas mezcaleras, como Rancho La Quinta en San Luis de la Paz, ofrecen experiencias completas donde los visitantes pueden participar en el proceso de destilación y degustación.
Lo más destacado de estos recorridos es la experiencia de degustar una amplia variedad de estas bebidas y convertirse en conocedores de los destilados que en muchos lugares fungían como bebidas ceremoniales.
Disfrutar del sonido de los pies cruzando el campo, el crujir de la tierra fértil bajo los zapatos y el sol acompañado del viento son parte del ritual de tomar y rendirle culto al mezcal y al tequila, una experiencia verdaderamente mexicana y guanajuatense.
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