Desastre en los Alpes suizos: Blatten queda sepultado por un alud de hielo y rocas
Una avalancha masiva de hielo, tierra y rocas ha sepultado este miércoles el pueblo suizo de Blatten, en el cantón de Valais, tras el colapso parcial del glaciar Birch. Las autoridades, que llevaban días monitorizando el riesgo, habían evacuado la zona a tiempo, aunque una persona sigue desaparecida.
Blatten ha dejado de ser el pintoresco pueblo alpino que durante siglos desafió al entorno de alta montaña. Este miércoles 28 de mayo, una gigantesca lengua de hielo, roca y barro ha descendido desde el glaciar Birch y ha sepultado gran parte del municipio suizo, situado en el valle de Lötschental. El desprendimiento, que ha generado incluso un pequeño terremoto de magnitud 3.1, ha arrasado viviendas, caminos, parte del cauce del río Lonza y dejado un paisaje desolador.
Las imágenes difundidas por drones muestran una extensa llanura de escombros donde antes se alzaban viviendas de madera, una iglesia y senderos de montaña. Según confirmó el alcalde de Blatten, Matthias Bellwald, “hemos perdido nuestro pueblo, pero no nuestro corazón”.
🇨🇭 SUISSE : Une énorme partie du glacier du Birch s'est effondrée dans le Lötschental, provoquant un séisme de magnitude 3,1 sur l’échelle de Richter.
— Infos Françaises (@InfosFrancaises) May 28, 2025
Le village de Blatten, qui avait été évacué, est presque totalement détruit en quelques secondes. Une personne est portée… pic.twitter.com/5Nku3gda7R
Evacuación a tiempo, pero una víctima desaparecida
La catástrofe, aunque devastadora, no se ha cobrado víctimas mortales confirmadas gracias a la rápida actuación de las autoridades. El 19 de mayo, una semana antes del colapso, los cerca de 300 habitantes del pueblo fueron evacuados ante el aumento de la actividad glaciar y la aparición de grietas inestables. Pese a ello, las autoridades informaron que una persona sigue desaparecida y se mantienen los esfuerzos de búsqueda.
Según explicó Raphaël Mayoraz, jefe del Servicio de Riesgos Naturales del cantón de Valais, el glaciar Birch avanzaba más de 10 metros por día durante los últimos días. Las fracturas se expandían y las avalanchas menores se repetían, hasta que la presión culminó en un colapso total.
Pas de doute, une bonne moitié du village de Blatten a été ensevelie par l’éboulement. pic.twitter.com/H99aEaE0e0
— Météo Franc-Comtoise (@MeteoFrComtoise) May 28, 2025
Una señal de alarma
El desastre de Blatten ha reavivado el debate sobre el impacto del cambio climático en las zonas de alta montaña. La pérdida de permafrost y el deshielo acelerado de los glaciares están provocando un aumento notable de derrumbes, avalanchas y desplazamientos de masas en los Alpes suizos. En palabras de algunas autoridades, se trata de un fenómeno “sin precedentes” por su rapidez y magnitud.
La catástrofe recuerda a la tragedia de Mattmark en 1965, cuando un colapso glaciar provocó la muerte de 88 personas. Aunque en este caso no se ha producido una pérdida de vidas humanas a gran escala, las consecuencias materiales y ambientales son considerables.
Respuesta de emergencia y prevención de nuevas catástrofes
🔴 Effroyables images depuis la Suisse, tournées ce mercredi après-midi… Des millions de mètres cubes de glace et de roche viennent de détruire le village (évacué) de Blatten [CH], dans le Valais…🇨🇭(©PomonaMedia) pic.twitter.com/BCxH7ywv5T
— Météo Franc-Comtoise (@MeteoFrComtoise) May 28, 2025
El ejército suizo ha sido desplegado en la zona afectada para colaborar con las tareas de limpieza, evaluación de daños y control de riesgos. Se han utilizado helicópteros, maquinaria pesada y bombas para intervenir en el cauce del Lonza, que ha quedado totalmente obstruido. Con el fin de evitar la formación de un lago artificial que podría provocar nuevas inundaciones, se ha vaciado un embalse aguas abajo.
El espacio aéreo sobre el valle también ha sido cerrado para facilitar las operaciones de emergencia y garantizar la seguridad en una región que sigue siendo inestable.

Mientras la comunidad internacional observa con atención, Blatten se enfrenta ahora a una reconstrucción difícil, marcada por el recuerdo de un desastre que, aunque previsto, no se ha podido evitar.
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